Almohada de opio del siglo XIX con perro foo pintado a mano y motivos botánicos

Ordené a mi coche que esperara y bajé los escalones, desgastados en el centro por el incesante paso de pies ebrios. A la luz de una lámpara de aceite parpadeante sobre la puerta, encontré el pestillo y entré en una habitación larga y baja, espesa y pesada por el humo marrón del opio, y con literas de madera en terrazas, como el castillo de proa de un barco de emigrantes. ~ Arthur Conan Doyle

Quizás nada excitó más la imaginación victoriana que los misterios de Oriente, en particular la extraña y adictiva droga conocida como opio.

Entre toda la parafernalia asociada con este hábito, las almohadas de opio hechas de madera, cuero o porcelana eran las más populares. Si bien las almohadas de porcelana eran duras, su efecto refrescante era popular entre los fumadores de opio, y después de unas cuantas fumadas, sentían la cabeza como si estuvieran sobre nubes.

Almohadas cuadradas de cerámica, como esta, se producían en China para exportarlas a Europa o incluso al Sudeste Asiático. Un extremo está decorado con un hermoso diseño de "moneda" enrejada, mientras que el otro tiene una abertura donde el fumador guardaba sus pertenencias y objetos de valor. Luego, empujaba ese lado hacia la pared, manteniendo sus objetos de valor a salvo mientras estaba envuelto en sueños de opio.

Este cojín en particular está esmaltado con motivos auspiciosos, como un perro león con cola de nube y la inscripción de su artesano, lo que lo convierte en una hermosa pieza de exhibición, además de un interesante testimonio de la historia social. El borde de ruyi con flores ornamentales le da un hermoso toque final. La artesanía pintada a mano de este cojín es particularmente fina, al igual que la textura de la cerámica, similar a la "piel de naranja".

Medidas:

14 cm por 12 cm por 6 cm de altura

Estado: Muy buen estado antiguo con algo de desgaste en las esquinas acorde con la edad y el uso.